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Antecedentes históricos
A modo de antecedentes históricos se reseña a continuación un extracto del artículo “Yemas, Paciencias y otros dulces. La tradición repostera en Almazán. Apuntes para una historia” publicado en el Programa de las Fiestas de la Bajada de Jesús de 2007 y obra de D. José Ángel Márquez Muñoz, cronista de la Villa de Almazán.
La historia de esta pastelería, según los datos de que disponemos, tiene su punto de partida en el año 1820, cuando se establece en la villa de Almazán D. Salvador Canuto González de Villaumbrosia y Morales, nacido en la villa soriana de Deza el 19 de enero de 1800. Pertenece a una familia hidalga, que, procedente de Cervera del Río Alhama se instala en Deza, donde nacen dos hijos, Manuel y Salvador que emigran a Almazán.
Salvador llega soltero, y abre comercio en la Puerta de la Villa , en el edificio colindante al cubo de la muralla de la Puerta de la Villa, con 20 años recién cumplidos. Contrae matrimonio con María Almarza de la Fuente, natural de Almazán. Fruto de este enlace nacen varios hijos, entre otros Pablo González de Villaumbrosia Almarza, que sigue al frente del negocio…
Pablo González de Villaumbrosia Almarza contrajo matrimonio con Dª Gabina Romera Medina, y, al fallecer prematuramente, su viuda e hijos sostuvieron el negocio. Dª Gabina contó sobre todo con el apoyo de sus hijos Laura y Bienvenido. Es por esto que desde entonces el establecimiento era conocido como “la Casa de las Gabinas”. Carmen González Villaumbrosia Terré sucedió a su padre, Bienvenido.
La línea sucesoria prosigue con Simón Almarza, pariente de los fundadores, y abuelo de Celina, que aparece como titular de la confitería en 1918. Después pasó el testigo a su hijo Ángel, que inició la actividad el 18 de octubre de 1956, tras el aprendizaje de su padre. Fallecido Ángel, Mª Celina Almarza Cid mantiene la tradición secular desde el 10 de octubre de 1996, orgullosa de pertenecer a una auténtica saga de maestros pasteleros y reposteros que ronda ya los dos siglos de su existencia.
El establecimiento “Confitería Almarza” se encuentra ubicado en la calle Puerta de la Villa número 4 de Almazán, en un edificio adosado a uno de los “cubos” cilíndricos que componen la denominada Puerta de la Villa de la muralla adnamantina.
Según las crónicas, este edificio sufrió incendio por parte de las tropas francesas en la Guerra de la Independencia hacia 1810, y una vez reconstruido pasó a albergar la confitería actual desde 1820. Algunas vigas quemadas, ladrillos calcinados y cenizas usadas como rellenos que han ido apareciendo en diversas reformas, así lo atestiguan.